María Eugenia Velásquez
Si estás pensando en construirte una casa, seguramente te suenan los nombres de anteproyecto, proyecto básico y proyecto de ejecución, pero también es muy probable que no tengas del todo claro qué son y para qué sirve cada uno.
Si este es el caso, lo primero que debes tener claro es que para cada obra hay un sólo proyecto, pero este se redacta en distintas fases, que son las que mencionaba antes. Sigue leyendo y conoce qué implica cada una de estas fases.
En esta fase, el arquitecto desarrolla un primer concepto del proyecto que responda a las necesidades, gustos y preferencias del cliente, y que se adecúe al terreno en donde se construirá la obra – previamente se debe haber realizado un estudio topográfico.
Usualmente en esta fase se presentan planos y alzados, aunque también se pueden hacer maquetas o simulaciones en 3D para que el cliente pueda comprender mejor la propuesta.
El objetivo del anteproyecto es transmitir una primera idea global de la obra, y para esto se acompaña de una memoria escrita y un avance de presupuesto. Una vez que des el visto bueno al anteproyecto, se pone en marcha el proyecto básico.
El proyecto básico es insuficiente para llevar a cabo la construcción, pero es suficiente para solicitar la licencia de obras, y este es justamente su principal objetivo.
En esta fase se describe formalmente la vivienda y se justifica todo lo que tenga que ver con las dimensiones.
El proyecto básico incluye:
• Memoria descriptiva y constructiva.
• Acreditación del cumplimiento del Código Técnico de Edificación, de la normativa de protección contra incendios y de accesibilidad (cuando aplique).
• Planos y alzados.
• Estimación de presupuesto.
Una vez presentado el proyecto básico, comienza el proceso de aprobación de la licencia de obras por el respectivo ayuntamiento. El plazo de resolución más habitual es de tres meses, aunque puede variar en función de la carga de trabajo que tenga el área de urbanismo del ayuntamiento correspondiente.
Mientras se espera la resolución de la licencia de obras, lo más usual es que el arquitecto continúe trabajando para preparar el proyecto de ejecución.
En esta fase, el grado de detalle y exactitud es crucial, ya que de esto dependerá la calidad de la obra, la reducción de imprevistos, la exactitud de los tiempos y del presupuesto. Además, el proyecto de ejecución se debe presentar al Colegio de Arquitectos para su validación (visado).
El proyecto de ejecución consta de lo siguiente:
• Memoria descriptiva y constructiva de la arquitectura, urbanización, instalaciones y estructura.
• Acreditación del cumplimiento del Código Técnico de Edificación, de la normativa de protección contra incendios y de accesibilidad (cuando aplique).
• A la memoria se deben anexar los cálculos, normas de actuación, plan de control de calidad, manual de uso y mantenimiento, estudio de seguridad, estudio de gestión de residuos, estudio geotécnico (si aplica) y el certificado de eficiencia energética.
• Planos de ejecución con todos los detalles de la obra.
• Condiciones administrativas y técnicas.
• Mediciones y presupuesto.
En esta fase, además del arquitecto principal de la obra, intervienen arquitectos técnicos e ingenieros para lograr un proyecto bien diseñado y acorde con la documentación y normativa vigente.
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